♥ El hombre durante sus primeros tiempos sobre la tierra, consideraba al fuego como una divinidad inexplicable y misteriosa, pero al mismo tiempo necesaria; una fuente de energía que le provocaba admiración pero también temor por su capacidad destructiva.
Al pasar de los años, las velas y su luz han adquirido también un valor espiritual, conviertiéndolas en conductos de comunicación con el mundo desconocido y de unión con los ídolos religiosos.
La visión que hoy le hemos añadido a este objeto de cera en forma de cilindro, pirámide, cubo, estrella, corazón, efera o cualquier otra forma que se le ha dado, es el de inspirar seducción y calidez; pero además es un elemento ideal en la creación de ambientes acogedores, capaces de ejercer influencias positivas en el hogar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario